Investigadores del Grupo CAPIRE de la Universidad Complutense de Madrid, dirigidos por el Dr. Ángel Pazos, llevan a cabo un proyecto para la reorganización y conservación preventiva del Museo de San Paio de Antealtares en Santiago de Compostela
Ubicado en el Monasterio benedictino del mismo nombre, se trata de un museo con una importante colección de objetos vinculados a la liturgia cristiana, que cumplía, el pasado año 2021, medio siglo de apertura al público. Fue inaugurado en 1971 bajo el abadiato de la Madre María Prieto, con la dirección científica del Dr. Carro Otero, y reformado en Año Santo 1999.
El próximo mes de septiembre tendrá lugar un simposio conmemorativo de los 50 años con especialistas nacionales e internacionales. Coincidiendo con esta efeméride, desde el pasado día 7 hasta el 15 de mayo, el Museo ha puesto en marcha un programa de conservación preventiva, limpieza de las obras de arte y sus soportes, documentación gráfica y adecuación de los espacios, financiado gracias a diversos programas públicos de concurrencia competitiva. Dada la experiencia previa en este campo del equipo, estas tareas fueron encomendadas por la Dirección del Museo al Grupo CAPIRE de la Universidad Complutense de Madrid, bajo la supervisión del Secretario Académico del mismo, el Dr. Ángel Pazos López.
El equipo estaba también formado por otros jóvenes investigadores con Ana María Cuesta Sánchez (Directora de Gabinete y Conservadora), Alejandra Alonso Tak (Museóloga), Alejandro Morán Barrio (Historiador del Arte), Isabel Lobón Márquez (Documentalista y Secretaria de Dirección), Judit Faura González (Historiadora del Arte), Miguel Lahuerta Berazaluce (Conservador-Restaurador), Aurora Galisteo Rivero (Conservadora-Restauradora) y Gwendal Martín Campaña (Historiador del Arte). Todos ellos realizaron un intenso programa formativo durante los meses de enero a abril para conocer la colección, su historia y sus características singulares. El Dr. Pazos López ha señalado “la importante experiencia formativa que supone para los jóvenes investigadores estar en contacto con monjas benedictinas que viven su vocación en clausura monástica y tienen muy en cuenta el patrimonio cultural, compartiendo con ellas sus espacios y costumbres, y aprendiendo a valorar la tradición monástica como una riqueza inmaterial dinamizadora de las más diversas formas de arte a lo largo de la historia”.
La investigadora Ana María Cuesta Sánchez, historiadora del arte y máster en Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural, fue la responsable de organizar el equipo de trabajo, como Directora del Gabinete del Secretario Académico de CAPIRE. Bajo su cuidado estuvo la labor de coordinación de una campaña ágil e intensa, caracterizada por una intervención global sobre toda la colección que culminó con gran éxito.
“Mi trabajo presentaba la dificultad de tener que dirigir eficazmente las tareas de organización de los traslados y las de limpieza de toda la colección en muy pocos días, sincronizando a diferentes equipos –internos y externos– y teniendo como meta que las casi 150 piezas del museo estuviesen a punto para la nueva disposición”Ana Cuesta
La investigadora ultima la presentación de su tesis doctoral sobre el monasterio benedictino de San Salvador de Oña (Burgos) en los próximos meses.
Por su parte, la museóloga Alejandra Alonso Tak, especialista en públicos de museos, fue la encargada de formular un nuevo planteamiento didáctico y comunicativo para la colección de arte sacro. Durante algunos días, animó a las monjas benedictinas a plantear sus impresiones acerca del Museo, recogiendo su sentir personal y grupal para que la reforma fuese capaz de responder a las necesidades de la Comunidad, convirtiendo de esta manera al espacio museísticos en una obra viva de su proyección social monástica. En paralelo, fue la investigadora responsable de rediseñar los nuevos espacios para los textos de sala y la renovada la cartelería, que podrá disfrutarse dentro de algunos meses en castellano, gallego e inglés, junto a códigos QR que conectan la colección física con un catálogo virtual a través de herramientas web.
Formaba parte del equipo también el joven investigador Alejandro Morán Barrio, que pudo dar continuidad a su TFM sobre el mismo museo, en el que realizó un análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de este, desde sus orígenes a la actualidad.
“Ha sido una motivadora experiencia el que a partir de un Trabajo Fin de Estudios realizado en la UCM haya podido tener la oportunidad de participar en una campaña de intervención en el propio museo, llevando a la realidad muchas de las ideas que pude concebir hace un par de años”Alejandro Morán
El investigador fue el responsable de dirigir la labor de documentación gráfica de la colección, coordinando un equipo externo de fotógrafos especializados en campañas artísticas y catálogos de exposiciones.
Los restauradores Miguel Lahuerta y Aurora Galisteo, doctorandos del Grupo CAPIRE de la UCM, fueron los encargados de ejecutar las tareas de limpieza técnica de gran parte de la colección. Las dos primeras jornadas las dedicaron a la limpieza mecánica de textiles litúrgicos, detectándose obras que sufrían un gran desgaste debido a las condiciones de exhibición, así como piezas afectadas por problemáticas más específicas causadas por factores de deterioro. Siguió la limpieza de los objetos litúrgicos de plata y otros metales, que implicó el trabajo en pequeñas superficies en un gran volumen de piezas; finalmente, las colecciones de pintura religiosa sobre lienzo, pintura sobre tabla y de escultura exenta, presentando estas últimas procesos de limpieza mecánica más ágiles y sencillos.
Completaban el equipo técnico la documentalista Isabel María Lobón Márquez, y los historiadores del arte Judit Faura González y Gwendal Martín Campaña. La primera pudo dedicarse a abordar las especiales características de la documentación medieval del museo, cuyas evidencias materiales en réplicas facsimilares estaban expuestas en vitrinas acristaladas con sellados térmicos que fueron retirados para facilitar la manipulación de la colección. Por su parte, los investigadores Faura y Martín coordinaron las tareas logísticas de los traslados de piezas, apoyando a los equipos de restauración con los procesos de limpieza mecánica de las piezas, el registro del estado de conservación de cada obra en fichas técnicas normalizadas, la protección de las superficies y los soportes, así como la limpieza y adecuación de las vitrinas a las nuevas necesidades expositivas.
El profesor Ángel Pazos López ha destacado que “este elevado nivel científico y la singular rapidez en las actuaciones solamente pudo alcanzarse gracias a un equipo de profesionales jóvenes pero altamente cualificados, todos ellos con titulaciones superiores y varios másteres a sus espaldas, dotados de una enorme capacidad de trabajo y perfectamente conscientes de la importancia de la labor que estaban emprendiendo”. La minuciosidad de las actuaciones fue también reconocida y puesta de relieve por los miembros del Consejo Asesor del Museo que pudieron visitar las instalaciones a puerta cerrada. Han destacado las visitas de, entre otros, Miguel García, Investigador del Instituto de Estudos Galegos Padre Sarmiento del CSIC, Ramón Yzquierdo, Director del Museo-Catedral de Santiago; Esperanza Gigirey, Directora del Museo das Peregrinacións e de Santiago; Juan Manuel Monterroso, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Santiago de Compostela o José Manuel Cruz Valdovinos, Catedrático Emérito de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid.